La productora venezolana Isabel Soto regresa con Thorian, un EP donde el techno se convierte en un ejercicio de percepción alterada y tensión cuidadosamente construida. Soto despliega capas de sonido que se pliegan unas sobre otras, como si la música misma se retorciera para arrastrar al oyente hacia un espacio inestable, donde nada permanece fijo.

Con bajos de alto impacto, texturas densas y un pulso hipnótico de combustión lenta, Thorian funciona como una exploración en la que la pista de baile se transforma en un hábitat en constante mutación. La precisión quirúrgica de sus elementos no busca la comodidad, sino el desconcierto: cada giro sonoro abre un pasaje distinto, cada fragmento se siente como un territorio nuevo dentro del mismo abismo.
El resultado es un EP oscuro, magnético y profundamente físico, que confirma la capacidad de Isabel Soto para construir experiencias sonoras en las que el techno se vive como un viaje de tensión y dislocación.