
Los datos no mienten: cuando una artista toca en Berghain, Fabric y Primavera Sound antes de los 30, colabora con leyendas como Donato Dozzy y lanza su propio sello (Sea-rène) con álbumes conceptuales que fusionan techno, breaks y ambient, estamos ante un fenómeno que merece análisis. Giulia Fournier-Mercadante, alias Gigi FM, es ese raro caso donde el rigor académico (formación en danza en NY) choca con la innovación tecnológica (composición con sensores de movimiento MYO) para crear un sonido que está redefiniendo el underground. Su técnica es impecable – desde los bajos resonantes de “Magnetite EP” hasta los paisajes sónicos de “Kiwi Synthesis Diary 21k” – pero lo realmente revolucionario es su metodología: aplica principios coreográficos a la producción musical, tratando cada set como una partitura en 3D donde el cuerpo es instrumento y el dancefloor su laboratorio. Las cifras hablan: sus residencias en NTS Radio superan los 100k streams, sus workshops sobre movimiento y tecnología son referencia en Europa, y cada lanzamiento en Sea-rène genera un 40% más de engagement que la media del género.
Pero lo que realmente catapulta a Gigi FM a la vanguardia es su capacidad para convertir lo conceptual en tangible. Mientras otros artistas hablan de interdisciplinariedad, ella la ejecuta: sus performances con sensores MYO no son experimentos de laboratorio, sino shows vibrantes que han dejado boquiabiertos a públicos desde Londres hasta Berlín. Su lanzamiento en Sea-rène, “Kiwi Synthesis Diary Vol. 2”, rompió el top 10 de Bandcamp en su primera semana, demostrando que el público está hambriento de propuestas que desafían los formatos. Lo que comenzó como una exploración personal entre danza y sonido se ha convertido en un movimiento, con seguidores que analizan sus sets como si fueran partituras de jazz contemporáneo. El mensaje es claro: la electrónica del mañana pertenece a quienes, como Gigi FM, se atreven a borrar las fronteras entre arte, tecnología y cuerpo.

Sumérgete en su evolución sonora aquí y sé testigo de cómo se escribe el próximo capítulo de la música electrónica: